Cirella es conocida principalmente por la isla que se encuentra justo enfrente de la ciudad , una de las pocas islas de Calabria que no está lejos de la playa.

En la parte superior se pueden ver los restos de una torre cuadrada, una verdadera forma de vigía de incursiones desde el mar. Rica en cuevas y ensenadas, formada a lo largo del tiempo gracias a las rocas calizas que la componen, alcanza una altura máxima de 40 metros y está formada por una densa flora de matorral mediterráneo. Se cree que el fondo marino de enfrente esconde varios hallazgos arqueológicos precisamente debido al descubrimiento de unas ánforas de la época greco-romana.

De particular interés es la ciudadela en ruinas de la antigua ciudad, desde la que se puede admirar una vista impresionante. El promontorio se extiende hacia el mar y son los restos de un antiguo pueblo medieval invadido durante años por los sarracenos, los franceses y varios otros destructores que vinieron del mar. No lejos de las ruinas, el convento de 1550 dedicado a San Francesco y el "Teatro dei Ruderi" , obra construida en los años 90 en estilo griego, donde se organizan eventos teatrales y musicales.

Hoy el centro habitado de Cirella se desarrolla principalmente sobre el mar y es uno de los destinos turísticos más conocidos de la costa alta del Tirreno de Cosenza.